domingo, 30 de mayo de 2010

25 de MAYO de 1810


Saavedra y Castelli se plegaron al clamor popular y renunciaron. A su vez los cabildantes resolvieron la renuncia de la junta presidida por el virrey y le aconsejaron a éste imponerse por la fuerza. Para lograrlo consultaron a los jefes militares quienes negaron su apoyo. Mientras se llevaba a cabo esta reunión un grupo de patriotas entró por los corredores del Cabildo y, luego de dar fuertes golpes en la puerta cerrada de la sala, manifestaron que "querían saber de qué se trataba". El comandante Martín Rodríguez tuvo que contener a los más exaltados.

Ante la presión popular el Cabildo aceptó la renuncia de la Junta. Un grupo de jóvenes encabezado por Beruti se presentó en la sala de Acuerdos y dio a conocer la nómina de las personas que integrarían la nueva Junta Gubernativa. Además se pedía que, una vez establecida debería enviarse una expedición de 500 hombres al interior.

Los cabildantes exigieron la ratificación de un petitorio firmado por 400 personas. El síndico Leiva se asomó al balcón y al ver solo a un pequeño grupo de vecinos preguntó: "¿Dónde está el pueblo?", a lo que los patriotas respondieron que se tocase la campana del Cabildo o que se llamara a generala y se abriesen los cuarteles. Sin medios para resistir, los cabildantes reconocieron la autoridad de la Junta Revolucionaria

24 de MAYO de 1810

En este día, el Cabildo resolvió nombrar una Junta de Gobierno, conforme al mandato recibido. Esta junta quedó compuesta por: el Virrey Cisneros, el Dr. Juan Nepomuceno Solá, el Dr. Juan José Castelli, Cornelio Saavedra y José Santos de Incháurregui. Queda claro que con la designación de esta Junta se buscó que todos los factores de poder estuvieran representados. Cisneros era funcionario; Saavedra, militar; Solá, clérigo; Castelli, abogado e Incháurregui, comerciante.
A pesar de que el Cabildo determinó la separación del virrey, éste fue nombrado al frente de la Junta por la necesidad de no alarmar a las provincias del interior, ya que el Cabildo era una institución local. Saavedra y Castelli aceptaron este argumento, ya que durante el Cabildo ellos habían sugerido la importancia de consultar a los pueblos del interior.
La Junta juró en la tarde del 24, pero el pueblo porteño comenzó a inquietarse; no quería a Cisneros.
En el descontento de los cuarteles, los corrillos en los conventos y los rumores de los comerciantes comenzó a tomar forma la agitación popular.
Los cabecillas del descontento eran Domingo French, Antonio Beruti y otros jóvenes conocidos como chisperos, integrantes de la llamada Legión Infernal.

23 de MAYO de 1810


El Cabildo del 22 terminó muy tarde en la noche por lo que se decidió escrutar los votos al día siguiente. El recuento arrojó las siguientes cifras: 155 votos por la destitución del Virrey; 69 por su continuación en el mando sólo o asociado.

Los miembros del Cabildo Ordinario Manuel José de Ocampo y el Dr. Tomás Manuel de Anchorena le comunicaron a Cisneros que había cesado en el cargo.

Según la mayoría, el cargo debía quedar en manos de una Junta de Gobierno a nombre de Fernando VII

21 de MAYO de 1810

Algunos vecinos se reunieron en la Plaza Mayor para apoyar la solicitud de un Cabildo Abierto.
Se convocó a los vecinos por medio de esquelas a participar del Cabildo Abierto del 22 de mayo. En total se repartieron 450 invitaciones.

20 de MAYO de 1810

Cisneros reunió en la Fortaleza a los jefes militares para pedir su apoyo, pero como éstos se lo negaron, no tomó ninguna decisión. Entonces, los patriotas decidieron que Castelli y Martín Rodríguez se presentaran ante el Virrey para exigirle la reunión de un Cabildo Abierto. Se reunieron con él durante la noche y le reiteraron la necesidad de la convocatoria. Cisneros finalmente aceptó a convocar a los principales vecinos para deliberar acerca de la gravedad de la situación.

19 de MAYO de 1810

Los criollos reclaman la realización de un Cabildo Abierto para tratar la situación por la que atravesaba España.
Para lograr ese propósito, Saavedra y Belgrano se reunieron con el alcalde de primer voto, Juan José Lezica, para que convocara, con anuencia de Cisneros, un Cabildo Abierto. Castelli cumplió idéntica misión ante el síndico procurador Julián de Leiva.

18 de MAYO de 1810

Cayó España

Rumores circulan por la ciudad. Tomamos los informes de marinos ingleses que desembarcaron en nuestro puerto trayendo la noticia de la caída de España en manos de Napoleón. La ciudad de Sevilla, sede de la Junta Central, que gobierna en nombre del rey prisionero, Fernando VII, huyó de la ciudad y se dirige a Cádiz escapando de los franceses. El ejército del Rey fue totalmente derrotado. Toda la península está en manos de Francia.

En Buenos Aires, el pueblo se reúne en el Café de Marco y en las pulperías, para comentar las nuevas. Los rumores se esparcen por la ciudad. Se convocó a Manuel Belgrano, que se encontraba en su chacra, para que concurra a ciertas reuniones, al parecer, secretas.

Pediremos al Virrey Cisneros que confirme o desmienta esta noticia, porque los rumores no cesan y la agitación del pueblo, aumenta.